Tras una carrera de infarto (Sitges-Salou en 20 minutos), una ducha express, una gran disculpa al chofer del autocar por tener que esperarnos y echar del autocar a un tal Umberto y sus amigos (Umberto al maletero, Umberto al maletero), pusimos rumbo a Despeaventura una especie de pseudo parque temático para despedidas de solter@.
Como se aprecia en la foto aquello era un jardín de nabos, aunque al fondo había un pequeño grupo de féminas un tanto asustadas.
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