Por la mañana hicimos lo que se espera de un montón de tios muy, pero que muy machos, nos fuimos a pelear unos con otros.
De acuerdo, no era exactamente pelear, era Paintball, pero los moratones que tengo por el pecho, duelen lo mismo. El sitio se llamaba Duaka Adventures y lo cierto es que lo tenían bastante bien organizado.
Después nos fuimos a comer una parrillada.
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