miércoles, 27 de julio de 2011

Elegía

Hola de nuevo,

Hace exactamente una semana, el miércoles 20 de Julio de 2011 a las 16:40, Helena exhaló su último aliento. Estaba entre mis brazos, y su vida se había ido apagando, poco a poco, latido a latido, segundo a segundo, hasta que sus pulmones dijeron basta y su corazón no pudo por más que rendirse y, al fin, descansar.

viernes, 1 de julio de 2011

Cuatro paredes

Y aquí estamos otra vez...

Entre estas cuatro paredes, mirando a mi pequeña dormirse y contando los minutos que faltan hasta que se despierte sobresaltada con una nueva crisis. Entre estas cuatro paredes que miran a Barcelona, esa preciosa ciudad a la que doy la espalda mientras observo temblar las manitas de mi hija.


Duermete niña...

Entre estas cuatro paredes resuenan los ecos de las terribles palabras que las doctoras enunciaron para nuestra desesperación y nuestra congoja, esa frase que amortaja a nuestra hija, envolviéndola como un sudario que ahoga la esperanza de encontrar una cura a su dolencia. Y es que, lo más probable es que nunca se puedan controlar las crisis y nuestra hija sea un bebé toda su vida.

Así que ahora sólo nos resta esperar entre estas cuatro paredes que Helena demuestre cuanto se equivocan los doctores, cuanto ama la vida y que siga avivando la llama de la esperanza en nuestros corazones, con cada gesto, con cada mirada, con cada gemido, con cada latido de su pequeño corazón y sobre todo con cada aliento de esos pulmones que no iban a trabajar más, aunque claro, eso nos lo dijo un doctor.

En esta última semana, al estar lejos de mi pequeña, sin poder verla, sin poder abrazarla, ni besarla, cuidando de Héctor mientras luchaba contra la varicela; me ha asaltado la incertidumbre y me he dejado encerrar entre esas otras cuatro paredes que son el miedo, la duda, la angustia y la desesperación. Pero aquí, entre estas cuatro paredes del hospital, me vuelvo a sentir libre y mirando en sus ojos vuelvo a ver con claridad la promesa de un futuro feliz para Helena y todos aquellos que la queremos.

Alguien muy sabio dijo, que la fe es inamovible, que puede hacer realidad cualquier cosa, pero que basta una palabra para hacerla añicos. Gracias a Dios, mi fe en Helena es a prueba de doctores y de sus palabras.

Agur

Javi
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...