Con hora y media por delante, y sin nada que hacer, decidimos explorar la ciudad, lo cual nos llevó poco más de media hora. Espero me disculpen los oropesianos, pero he visto ciudades mucho más bonitas, con o sin playas.
La hora y media pasó (y otra media más también) y al fin abrieron el taller. Nos dirijimos a un muchacho venido del este que nos comunicó muy amablemente que, por lo que el sabía:
- El mécanico no trabajaba los sábados y por una de esas casualidades de la vida en ese día nos encontrabamos.
- El coche no tenía solución a corto plazo, y por corto se refería a una semanita entre pedir piezas y demás.
Cuando todo estaba arreglado llegó el mecánico que no tenía que venir y nos dijo:
Pues nada, llamamos otra vez a Asistencia y pedimos que nos congelaran, la grua, el coche de alquiler y el taxi. Tras otra horita esperando y tras ver como nos desmontaban el motor el mecánico nos comentó alegremente que áquello no tenía solución y que había que pedir una pieza, o sea que el chavalín del principio tenía razón.
Como os podeis imaginar volví a llamar a Asistencia, que a estas alturas de la mañana eran como de la familia, y volví a pedirlo todo. Me subí al Taxi (que había llegado cuando el mecánico estaba liado con el motor y muy sagazmente decidió esperar a ver que pasaba) y nos fuimos a Castellón a coger el coche de alquiler...
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