A la mañana siguiente nos fuimos a pasear por el centro, primero a Sol, donde una simpática muchedumpre al grito de:
Catalanes sí, Estatut no
pedían las cabezas de cualquiera que no comulgase con su idea de libertad y solidaridad.
Es gracioso pensar, que de todo el mundo que allí se había reunido (incluyendo a Gallardón, Botella, Paqui y a mi mismo) nadie se hubiera leido el Estatut. Y lo que aún tene más guasa, que lo más probable es que tampoco se hayan leido la Constitución. Vale quizás Gallardón sí.
pedían las cabezas de cualquiera que no comulgase con su idea de libertad y solidaridad.
Es gracioso pensar, que de todo el mundo que allí se había reunido (incluyendo a Gallardón, Botella, Paqui y a mi mismo) nadie se hubiera leido el Estatut. Y lo que aún tene más guasa, que lo más probable es que tampoco se hayan leido la Constitución. Vale quizás Gallardón sí.
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