martes, 8 de noviembre de 2011

Con T de Teatro

Hola de nuevo,

Dejando de la lado los pequeños reveses que te da la vida (como por ejemplo que te entren a robar en el piso, 1, 2, 3, respondan otra vez), lo cierto es que las aguas de mi vida poco a poco vuelven a su cauce y lo hacen gracias a dos cosas muy importantes en mi vida: mi familia por un lado, que me da todo el calor, el cariño y la fortaleza necesarios para poder afrontar el día a día; y por el otro, el grupo de teatro Rocaguinarda,  al que desde no hace mucho pertenezco, y que me da la oportunidad de evadirme durante unas horas de mis tribulaciones y sumergirme en multitud de nuevas vidas con sus penas y sus glorias.

Mi personaje es cómico, pero me gusta darle sentimiento y mucha profundidad...

Y es a ese pequeño grupo amateur al que me gustaría dedicar esta humilde entrada, porque con su honrado trabajo, su cariño y su inmensa simpatía hacen feliz a mucha gente y aportan un pequeño grano de arena cultural a este mundo tan chabacano al que parece que todos estamos abocados a vivir (Cerremos Tele5 ya!).

Los orígenes del grupo para mí son inciertos, sólo algunos de los miembros más veteranos forman parte del mismo desde el principio de los tiempos. Yo los descubrí como tantas otras cosas, de la mano de unas buenas amigas que actuaban en él. Recuerdo que fui a verlas en parte por la guasa de ver a gente conocida subida al escenario y en parte por darles mi apoyo (ante todo me considero un buen amigo de mis amigos). Y lo cierto es que disfruté en gran medida de la frescura y la originalidad de la puesta en escena (Qué viva el Pollo!!!) de aquellos Entremeses de Cervantes; y es que supongo que cuando lo único que tienes en mente es entretener a los demás y disfrutar de lo que estás haciendo, se puede arriesgar e innovar sin miedo al que dirán.

Pero mira que éramos jóvenes y lo bien que nos quedaban las calzas...
El tiempo fue pasando y como una pequeña plaga el gusanillo teatral se fue extendiendo entre mis amigos y pronto me encontré con más amigos en Rocaguinarda que fuera (es un decir), así que, con cada obra, una nueva estrella comenzaba a brillar en el mundillo teatral y así, poco a poco, cada estreno era una cita ineludible a la que asistía con una gran sonrisa y mi cámara al pescuezo. De esa forma pude disfrutar de "Els Enamorats", "La Ciutat es desperta Radiant", "Clandestins", "Amour non partagé" y "Somni d'una nit d'estiu".

Y precisamente fue mi cámara la llave que poco a poco me fue abriendo las puertas de esa gran familia que es Rocaguinarda, primero haciendo fotillos en los estrenos, luego en los propios ensayos, para pasar a hacerles fotos para un pequeño "book" y de ahí a grabar un pequeño video introductorio para la obra "Dotze sense pietat". Cuando quise darme cuenta habían confiado en mí para un pequeño papel, haciendo de Gangster de medio pelo con muy pocas lineas de texto, pero con una vis cómica que me encantó.


Sí lo sé, soy un poco cavernícola en mi forma de ligar...

Y así, sin apenas darme cuenta, me encontré formando parte de esa otra familia que es el grupo de teatro, donde todos nos llevamos bien, pero siempre hay algún roce, compartiendo risas y nervios, saliendo a escena y saboreando el dulce néctar de los aplausos bien merecidos.

Si después de leer esto te pica el gusanillo teatral, ni lo dudes, ni tengas miedo de meterte en la piel de un personaje, no hay nada más emocionante que sentir un escenario bajo tus pies, el brillo cegador de los focos en tus ojos o el estruendo arrollador de un patio de butacas aplaudiendo tu trabajo.

Para finalizar os dejo un pequeño video resumen de nuestra última obra y mi primera representación, espero que os guste.



Agur

Javi

1 comentario:

Jordi Coll dijo...

Genial, tito. De debò, no sé què més dir-te.
Genial, simplement genial.

Gràcies.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...