Hace una semana nos reunimos los compis del curro y nos fuimos a celebrar una de las tradiciones nostradas con más arraigo entre los foráneos, la calçotada.
La calçotada, como su nombre indica, consiste en comer calçots (cebollas calzadas) asados a fuego vivo.
La técnica es simple:
Pero garantiza risas múltiples hasta que se consigue dominarla.
Naturalmente, acompañando los calçots siempre tiene que haber vi de la terra en porrón, una buena parrillada, crema catalana y chupitos para ayudar a la digestión.
Una última aclaración, si eres finolis, no los pruebes, aunque uses babero y guantes acabarás sucio, sucio.
Agur
Javi
PD - Audrey, de nuevo, muchas gracias por tus fotos.
1 comentario:
Qué bonito!
Qué honor!
Salir yo en la portada, y servir de ejemplo de cómo se debe comer un calçot.
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