Ayer se celebró el apagón mundial de 5 minutos (de las 19:55 a las 20:00 horas). El motivo, darle un respiro al mundo, a ver si cambiamos el cambio climático.
En mi caso particular, el apagón me pilló en casa de mis primos, así que todos concienciados por un mundo mejor, recordamos lo que era no tener ninguna de las ventajas del mundo moderno.
Así, a oscuras, charlamos, reimos y nos preguntamos si el resto de la humanidad (o sea el primer mundo, porque el resto poco tienen que apagar) estaría igual que nosotros.
Lo cierto, es me ha picado la curiosidad lo suficiente para mirar en la página oficial de Red Eléctriva General y, tal y como me esperaba, no hubo reducción del consumo, al contrario hubo más demanda de la que se había previsto.
Moraleja: Ya no me va a hacer falta aprender a esquiar, será verano todo el año.
1 comentario:
Ya sabía que la única manera de que se secundara el apagón era volar la central eléctrica. Porque lo que es la gente... Tampoco me quejo porque yo ni me acordé: En casa estaba todo apagado menos el ordenador permanentemente encendido con sus labores.
Lo que me preocupa es vivir tan cerca de la costa. Seguramente mi segundo con entresuelo en medio tenga amarre para barco en breves...
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