Hola de nuevo,
Hace ya 20 días que no visito este blog, o como diría los castizos de pro, esta bitácora. La razón es simple, pasear la vista por las fotos de mi hija me produce dolor y sufrimiento, pero si reúno la fuerza suficiente y dejo pasar la angustia mi corazón se llena de paz y cariño, los buenos recuerdos que comparto con ella vuelven a mí y me vuelvo a sentir en paz.
Quién sabe, quizás soy un tanto masoquista, pero al fin y al cabo ¿no lo somos todos? Lo cierto es que ese ejercicio de auto flagelación emocional me sirve para combatir mi miedo más grande, olvidarme de la cara de mi pequeña, o por lo menos que sólo la recuerde en sus últimos días, olvidando al pequeño bebé lleno de vida al que Héctor abrazaba en el sofá.
Cuidando de Helena |